La historia está llena de mujeres que se han enfrentado a la sociedad en pos de lograr la igualdad de derechos y la no discriminación. No solo han expresado sus ideas, sino que han puesto su vida en riesgo para defenderlas y lograr que las féminas sean tratadas con respeto y justicia. Muchas de estas activistas son anónimas, por eso, hoy te estaré contando acerca de una de ellas. Si quieres saber quién es Malala Yousafzai, cuál es su lucha y los riesgos que ha corrido, te invito a que leas hasta el final para que te enteres.
Esta joven nace en Mingora, Pakistán el día 12 de julio de 1997 y crece en el Swat Valley de Khyber Pakhtunkhwa al noroeste de Pakistán. Su padre, Ziauddin Yousafzai, es un diplomático y activista social paquistaní, en su accionar estableció varias de escuelas y ha promovido los derechos a la educación. Por estos motivos el estudio siempre estuvo ligado a la vida de Malala.
En el año 2008 su padre dirigía una escuela de niñas en su pueblo, pero ese año, los talibanes se hacen del control de Swat Valley. Prohibiendo en el proceso muchas cosas que consideramos normales como poseer un televisor o tocar música, y estableciendo castigos severos para quienes incumplieran sus órdenes.
Lo más traumático fue que las niñas ya no podían ir a la escuela.
Es en este contexto que los miembros del sitio web de BBC Urdu le piden a una colegiala local que escribiera un blog sobre sus experiencias. Como una forma de cubrir el auge del fundamentalismo religioso en la región y sus efectos en la vida cotidiana.
Esta estudiante era Malala quien bajo el seudónimo Gul Makai publicó su primer blog el 3 de enero de 2009. Cubrió las actividades en su pueblo, incluyendo la destrucción de más de 100 escuelas para niñas, entre ellas la suya. Ya en marzo de 2012, sus publicaciones estaban en conocimiento de todos y su identidad fue revelada.
Esto no impidió que Malala y su padre, siguieran pronunciándose a favor del derecho a la educación de las mujeres.
Cuando se descubrió su identidad, las amenazas de muerte en su contra aparecieron en todos lados: en periódicos, en Facebook e incluso bajo de su puerta. Pero Yousafzai se negó a dejarse vencer, una actitud que casi le cuesta la vida.
El 9 de octubre de 2012, recibió un balazo en la cabeza cuando regresaba en autobús de la escuela hacia su casa en la ciudad de Mingora. El motivo del ataque, que fue perpetrado por el Talibán, era evidente. Perseguían callar a esta adolescente de 16 años que se atrevió a levantar su voz en defensa del derecho a la educación de las niñas y mujeres.
El mundo reaccionó horrorizado. Pero, por fortuna, después de varias semanas en cuidados intensivos, Malala sobrevivió. Y aunque este hecho cambió su vida para siempre, no melló en su determinación de luchar para que las niñas de su país tuvieran acceso a una educación gratuita y obligatoria.
En la primera entrevista que hizo en profundidad luego del atentado, ella comentó con la BBC sobre la necesidad de realizar un diálogo con los extremistas. Esto como vía para allanar el camino de la paz.
Su recuperación vino seguida de una avalancha de reconocimientos y logros. En Pakistán, más de dos millones de personas firmaron una petición por el derecho a la educación. Forzando a la Asamblea Nacional a aprobar la primera Ley sobre el Derecho a una Educación Gratuita y Obligatoria del país.
En 2013 el parlamento europeo le otorga el Premio Sajarov a la Libertad de Conciencia, y también recibe el Premio Embajadora de Conciencia, concedido por Amnistía Internacional. Además, el 12 de julio de 2013, día de su decimosexto cumpleaños, la ONU la agasajó en Nueva York instituyendo el Día de Malala. Convirtiéndose así en la segunda persona, tras Nelson Mandela, en tener un día Internacional dedicado a su figura.
El 10 de diciembre de 2014, recibe el Premio Nobel de la Paz junto con el indio Kailash Satyarthi. Este último es un ingeniero informático que denuncia desde hace más de tres décadas la explotación laboral de la infancia.
En su discurso, agradeció a sus padres por el amor incondicional y por “no sujetar mis alas, por dejarme volar”. También aseguró que el premio no era solo para ella, sino que lo dedicó a los menores olvidados que quieren educación, a los niños y niñas asustados que desean paz.
Luego del entusiasmo generado por el premio, el idealismo de Malala chocaba a los pocos días con la realidad. El 16 de diciembre los talibanes mandaban un horrible y sangriento mensaje. Un ataque contra una escuela en Peshawar causaba la muerte de casi 150 personas, entre ellos más de 132 alumnos. Esto dejaba claro que su lucha por la educación no había terminado aún.
Su activismo, no detenido, pero si más silencioso tras los acontecimientos y celebridad de los años entre 2012 y 2014, continúa mediante el Fondo Malala. Este fue creado por ella y su padre en 2013, y a él donó la dotación económica del Premio Nobel, de más de 800.000 euros.
En el tiempo transcurrido desde haber ganado el Premio Nobel de la Paz, se licenció en Filosofía, Política y Economía en la Universidad de Oxford. Y en el año 2021 contrajo matrimonio con su novio Asser Malik.
Malala siempre ha afirmado que su historia es importante porque también es la historia de miles de niñas a las que se les niega su derecho a la educación.
Ahora que ya sabes quién es Malala Yousafzai, espero que su historia te sirva de inspiración para levantar tu voz por tus derechos y los de otras mujeres.
En Mujeres Nada Más siempre te brindamos información sobre las mujeres y sus logros, por eso te invito a explorar otros artículos de nuestro blog. ¡Hasta la próxima entrada!
Esta entrada ha sido publicada el 07/03/2022 11:00
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