Tomar agua diariamente es una de las recomendaciones médicas más populares. Pero nadie habla de lo perjudicial que puede ser, beber demasiada agua. La hiperhidratación en los organismos que tienen poca capacidad para excretar el exceso de agua, puede generar graves problemas de salud como convulsiones o confusión.
Aunque puede deberse a múltiples causas, este es un problema que genera cansancio, dolores de cabeza, vómitos y diarrea.
Te contamos en este artículo por qué la hiperhidratación es un grave problema. Descubre todo lo genera en nuestro organismo el exceso de agua.
¿Qué es la hiperhidratación?
La hiperhidratación es cuando el organismo retiene más agua de la que es capaz de eliminar por sí solo. Expertos aseguran que este es un trastorno poco frecuente y solo ocurre en aquellas personas que tienen poca capacidad para excretar el exceso de agua en su cuerpo.
No obstante, se trata de un problema que necesita especial atención debido a las innumerables consecuencias que este trate para nuestro organismo.
Síntomas de la hiperhidratación
- Confusión o desorientación.
- Náuseas.
- Vómitos.
- Dolor de cabeza.
Expertos aseguran que incluso puede causar la muerte en los casos más extremos.
¿Cómo evitar el exceso de agua en el organismo?
No desmentimos el clásico consejo de beber 8 vasos de agua al día ya que esta es la cantidad indicada de agua que debemos consumir. En el caso de quienes hacen deporte o necesitan hidratarse más, la cantidad aumenta.
Sin embargo, beber agua sin tener sed o sin controlar la cantidad de líquido que consumes puede ser perjudicial, como te contamos anteriormente.
Muchas personas en su rutina diaria no suelen contabilizar todo el líquido que consumen y solo toman nota del agua que toman. Es preciso tener en cuenta que el resto de líquidos con los que también te estás hidratando.
De igual manera, algunos alimentos como las verduras o la fruta, también aportan líquido a tu organismo.
Tu propio cuerpo te indica cual es la cantidad necesaria de agua que necesita. Tener sed es un claro síntoma de ello. Controlar la cantidad de líquido que consumes también es una forma de evitar la hiperhidratación.
No bebas más agua de la que tu cuerpo necesita y asegúrate de llevar la cuenta de los vasos de agua que tomas en el día.
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