Muchos se preguntan qué es el punto g y si realmente existe, la verdad, es algo que genera mucha controversia. Para una gran cantidad de personas es solo un mito y, para otras, es algo desconocido. ¿Y si te dijera que sí existe? ¿Y si te doy las claves para localizarlo y favorecer tus relaciones sexuales?
Llegar al orgasmo mejora tu piel, alivia el estrés y te hace sentir con energías en tu día a día, sin embargo, alcanzarlo suele ser muy difícil. Dificultad que disminuye mucho con la estimulación del punto G. Hoy te voy a dar todo lo que necesitas sobre él para poder disfrutar más de la sexualidad. ¡Presta mucha atención y no te saltes una línea!
¿Qué es el punto G de la mujer?
Es quizás la zona erógena más importante en la mujer a la par del clítoris. El punto G o de Gräfenberg (ginecólogo que lo describió) cubre un área de unos pocos centímetros que es sensible al tacto. Lo que provoca que al recibir una estimulación apropiada genere a las féminas un intenso placer.
Es posible que hayas escuchado cuando se habla de este punto, que es la clave para conseguir un orgasmo vaginal intenso e, incluso, la eyaculación femenina. La razón es que al interactuar con él se estimula una zona de la corteza sensorial cerebral de la mujer.
Hay que añadir que esta región varía en cada mujer, por lo que puede ser difícil de localizar.
Hay estudios que afirman esta región corresponde al área de la vagina que excita la parte de atrás del clítoris, de modo que lo consideran parte de este. Sin embargo, otros estudios señalan que es una estructura independiente.
Como puedes ver, el debate en torno a qué es el punto G de la mujer aún persiste. En cualquier caso, el punto de coincidencia es que es un área inervada por las ramificaciones del nervio pudendo. Y que estimularla produce un gran placer.
Ubicación del punto G en la mujer
Al no existir una ubicación universal para todas las mujeres, no es sencillo encontrar este punto, pero tampoco imposible. La manera más cómoda de encontrarlo es durante una autoexploración, con este fin, es crítico que estés relajada.
También es posible que en la exploración no encuentres satisfacción, pues no todas las personas sienten placer con las mismas cosas. Eso sí, al averiguar tus preferencias podrás comunicarlas a tu pareja y disfrutar más tus encuentros eróticos.
Consejos para encontrar y estimular el punto G
Debido a la zona donde está, el acceso y su estimulación es poco difícil, esto provoca que muchas mujeres no sepan siquiera qué es el punto G o crean que no existe. Este es una zona que se hincha al ser estimulada y se genera como una pequeña protuberancia de tacto ligeramente rugoso.
Por tal motivo, si la mujer no está excitada o el punto G no es estimulado durante varios segundos, puede que no experimente sensaciones placenteras o que no distinga ninguna zona especial en su vagina. La forma más sencilla de acceder a él es con los dedos (uno o dos) en forma de gancho, introduciéndolos poco a poco en la vagina. La yema del dedo debe mirar hacia arriba.
Una vez dentro, es preciso mover los dedos arriba y abajo buscando el punto G a diferentes profundidades. Como dije anteriormente, para que una mujer localice su punto G debe estar excitada, así este estará hinchado y será más fácil de reconocer. Lo puedes hacer sentada o recostada, al introducir los dedos unos tres o cuatro centímetros, flexiónalos, acariciando con cierta presión la pared vaginal más próxima al clítoris, con un movimiento repetitivo.
Es importante saber que, en ocasiones, al empezar a presionar se pueden sentir ganas de orinar, estas pasarán en unos segundos y es cuándo comenzarán las sensaciones placenteras. Hay que tener cuidado en no arañar con las uñas y mantener la higiene, lavándose las manos o usando preservativo en los dedos. Puedes usar lubricante si fuese necesario.
Una vez descubierto se puede estimular con los dedos, con el pene, o con juguetes sexuales.
Si ya se sabe qué es el punto G y ya descubriste done queda, en el caso de que busques estimularlo con el pene tienes que acudir a posturas concretas. La más habitual es cuando la mujer se coloca boca arriba, con sus piernas apoyadas en los hombros del hombre. En esta pose, lo ideal es que la fémina suba un poco la pelvis o coloque una almohada debajo de sus nalgas para lograr el ángulo correcto de penetración.
Otra posición que te da más control a ti como mujer es la vaquera. Solo necesitas pedir a tu pareja que se acueste boca arriba, luego te pones encima y lo montas. Así tienes el control total sobre el ritmo, profundidad y ángulo de penetración, por lo que te podrás enfocar en estimular tu punto G.
En lugar de ejecutar movimientos arriba y abajo, prueba realizarlos hacia atrás y adelante para presionar la región del punto G en la pared interior de tu vagina. Combinar ambos estilos de movimiento también puede ayudar, así que no tengas miedo experimentar con diferentes velocidades y ángulos.
Ten presente que a pesar de lo que veas en las películas, el coito no siempre es rápido y fácil. Es muy frecuente que existan personas que crean que las relaciones sexuales son vergonzosas, lo que complica aún más llegar al orgasmo femenino o lograr satisfacción sexual.
No temas tomar el control de tu vida sexual. Un primer paso para esto es saber qué es el punto G, encontrarlo y explotarlo. Sin embargo, siempre ten presente que no existe una regla o manera única para alcanzar el orgasmo, encuentra múltiples formas que funcionen para ti. Lograrlo puede tomar tiempo, así que ten paciencia.
Lo más importante es que estés satisfecha con tu sexualidad y que nunca deberías sentirte avergonzada de disfrutar lo que te gusta. Al final, todos merecemos tener relaciones sexuales plenas y placenteras.
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