Muchos utilizamos las redes sociales diariamente para exponer eventos significativos de nuestra vida, otros para promocionar un emprendimiento, o para compartir información que nos resulta interesante, graciosa o relevante. Sin embargo, la exposición en redes sociales está ahí para todos, no importa cuán activos seamos en las mismas.
Hoy te comentamos acerca de los riesgos de dicha exposición.
La exposición de la intimidad en las Redes Sociales es cada vez más habitual, y se debe sobre todo al desconocimiento de cómo esta información puede comprometernos. En realidad, toda la información personal que publicamos en dichas redes, pasa a ser de dominio público una vez que la publicamos.
Bien utilizadas, las redes sociales pueden ser herramientas muy útiles para comunicarnos e interactuar con nuestro entorno. Sin embargo, muchas veces la forma en que las empleamos se convierte en “oversharing”.
El “oversharing” no es otra cosa que la sobreexposición de información social en Internet, y sobre todo en las redes sociales. Se estima que diariamente se comparten por este medio 95 millones de fotografías en todo el mundo, sobre todo de moda, belleza, comida, deporte y estilo de vida.
Con un solo clic, podemos conocer los detalles personales de casi cualquier persona activa en las redes sociales: sus aficiones, intereses, quiénes son sus amigos, donde vive y mucho más.
La perpetuidad de esta información es tal que, luego de varios años, pueden encontrarse datos sobre nosotros incluso si los hemos eliminado aparentemente. Esto puede ser especialmente problemático en dependencia del contenido, cuando por ejemplo vamos a una entrevista del trabajo, o cuando intentamos hacer nuevas amistades.
Pero para hablar de consecuencias de la información que publicamos, continuamos en el siguiente espacio en que detallamos dichas repercusiones.
Un estudio de Kaspesky Labs develó que los jóvenes comparten hasta el 61% de sus datos personales en Internet. Teniendo en cuenta que, además, suelen utilizar más de una red social, un criminal puede construir muy detallado de su blanco tan solo recopilando información de sus perfiles y actividades en cada cuenta.
Esto es especialmente habitual entre adolescentes y jóvenes, que más desprevenidos sobre este “oversharing” comparten publicaciones que podrían llamar la atención de acosadores. Lo cierto es que las redes se han convertido en el territorio de caza ideal para muchísimos criminales: no solo pervertidos o haters.
Un atacante puede enviarte un mensaje para que visites una página falsa para robar tus credenciales y dinero. También puede enviarte un archivo adjunto infectado con malwares que son capaces, entre otras cosas, de filtrar tus fatos y grabar todo lo que tecleas en tu computadora mediante keyloggers.
Obviamente, estos mensajes suelen ser extremadamente personalizados (gracias a la información que obtienen de los perfiles de redes sociales) para dar la impresión de que fueron enviadas por un amigo. Por ello resulta necesario aplicar ciertas medidas para evitar todos los riesgos de esta sobreexposición.
Lo principal es concienciarnos de cuánta y cuán comprometedora puede ser la información que compartimos en nuestras redes. Dado que una vez que publicamos algo, perdemos automáticamente el control sobre lo que otros hacen con este contenido. Podemos:
Ahora que ya conoces cómo puede dañarte la exposición en redes sociales, esperamos que compartas esta información con otras personas que creas que puedan beneficiarse de la misma.
Esta entrada ha sido publicada el 12/04/2021 12:00
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