Hace aproximadamente 3 años mi madre fue sometida a una operación debido a un cáncer de mama. Hoy, afortunadamente, mi madre es una mujer saludable, aunque seguirá asistiendo al hospital oncológico de por vida.
Pero esa no es la historia que te quiero contar. En el mes que mi madre se opera de dicho tumor, mi periodo se tardó más de 20 días en llegar. En aquel entonces yo tenía 22 años y esa era la menor de mis preocupaciones en ese momento.
Fui a ver a mi ginecóloga y su diagnóstico fue que estaba experimentando un episodio de estrés silencioso. Sin dudas, fue una sorpresa para mi ya que no me sentía ansiosa, nerviosa y mucho menos estresada.
Ante mi reflexión, la doctora me dijo: ‘El estrés de la situación que estas viviendo tiene que salir por alguna parte’. De hecho, una de las causas más frecuentes por la que el periodo desaparece son las situaciones de estrés.
El punto al que quiero llegar es que el estrés silencioso es un padecimiento sumamente peligroso puesto que no nos percatamos de ello.
A continuación, te explicamos que es el estrés silencioso y cuales son las señales que nos pueden indicar su presencia.
¿Qué es el estrés silencioso?
El estrés es esa sensación de ansiedad o pánico que se manifiesta a través de explosiones temperamentales y ataques de ira. Pero; ¿qué ocurre cuando no manifestamos verbalmente esas sensaciones?
Pues ese es el caso cuando los expertos aseguran que experimentamos estrés psicológico. Cuando no hablamos sobre lo que nos ocurre, ni lo manifestamos de forma verbal (de manera no exagerada puesto que ello también es perjudicial), nuestro organismo encuentra la forma de manifestarlo a su manera.
En mi caso, la respuesta fue la ausencia del periodo. Pero en la mayoría de las personas este estrés tiene otras señales que te muestro a continuación:
- Dolor de barriga, diarrea o estreñimiento.
- Falta de concentración.
- Poca energía.
- Mala memoria.
- Dolores de cabeza.
- Problemas sexuales.
Estos son algunos de los signos de estrés más frecuentes. Pero, cada persona es un universo, sobre todo cuando se trata de afecciones que afectan nuestra psiquis.
Consejos para evitar el estrés
Todas las formas de estrés son perjudiciales para nuestra salud. Por ello el estrés silencioso debe confesarse. Este dejará de ser silencioso cuando hablemos de ello. Y no tiene que ser con un terapeuta específicamente.
Hablar sobre estas sensaciones con un amigo, familiar o incluso con el vecino nos hará sentir más livianos. Si lo prefieres, puedes escribir tus sentimientos y reflexionar sobre ellos. Pero es importante sacarlos de nuestro sistema de alguna forma.
Mantener la mente ocupada y practicar técnicas de meditación son otra de las opciones que te permitirán liberar el estrés.
Si con todo ello no logras sentirte mejor, te recomendamos ir con un especialista.
Pero lo importante es darle voz a ese estrés puesto que, de lo contrario, los malestares físicos de los que te hablamos seguirán en aumento.
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